Amor a la Vida

- La primera vez que la vi, sentí un vacío estremecedor y lo peor de todo,solitario. Nunca creí en una segunda ocasión para ver aquellos ojos tan transparentes, a través de los cuales era capaz de imaginarme a mí mismo en un intento de indagar en sus más íntimos pensamientos. La verdad es que también entonces sentí un consuelo desmesurado, que hoy creo, que sólo fue evocado por el más simple y eterno de los miedos, la muerte.


-Fue en un día de alguno de mis años cuando iniciaba la más dura y a a la vez apasionada tarea, la cual no iba más lejos que el deseo de descubrirme de forma íntregra a mí mismo, de desmenuzarme en tantas partes como pudiera y ver si era lo que defendía ser o apenas sumaba uno más en la lista de los hipócritas que hasta hoy he creído que pertenece la gente, unos con más justificación y otros con menos pero al fin y al cabo todos somos iguales, en lo esencial, por supuesto, y lo seguiremos siendo en un futuro y así formamos ese conjunto abierto a anexiones, el mundo. Las excepciones confirman la regla.


-Realmente creo que tan sólo soy un escéptico un tanto sarcástico con un problema existencialista que nunca lo pudo resolver y al decir esto asumo, como un seguro a todo riesgo, las consecuencias que implica aformar eso de uno mismo. La triste verdad es que el mundo, por lo menos en el que a mí me tocó vivir, opina que es demasiado fuerte plantearse ese tipo de cuestiones, pero está clarísimo que el mundo no ha vivido lo que yo, así que no es tan drástico reconocer a la no tan temprana edad de los 17, como también creen los demás padres, los límites que nos cerca, La gente dice que es la crisis de los diecicocho, yo creo que es la crisis de la vida .


-No se cómo me ha ocurrido, que siempre una y otra vez, me he sentido cómo alguien tan miserable cómo yo se puede sentir vez alguna. ¿Habrá sentido alguien lo mismo? nunca o llegaré a saber porque cierto es que no tengo ni tuve jamás a nadie pegado a cualquiera de mis hombros con quien poder compartir y a quien poder susurrar tales pesares, que siempre me han hechopesar más de lo que aparento. Tan sólo en este tránsito, tan humano, me han acompañado unos pocos libros de gente muy buena, según otra, pero que son , ni más ni menos que , de carne y hueso. Leí una vez algo así cómo que ,,,,,cada caso tiene sus sufrimientos, tiene sus circunstancias, un contexto que no se volverá a repetir, al menos en su totalidad y un no se qué, que qué voy a saber yo. Con certeza que mi vida está entre esos casos.


-Esto no es , y sé francamente lo que me digo, sino una despedida en todos los entidos que quepan imaginar si cerramos los ojos por un brevísimo instante.Va dirigida al lector interesado en derrochar su no, para mí, tan preciado tiempo. Sería muy lindo dedicársela a alguien pero en confianza, no existe tal persona o animal.


-A menos de que esté equivocado y sé que no lo estoy, mi autoestima no nació conmigo pues nunca la sentí ni la podré pues sentir. Me queda el alivio de tener aun encerrada a lo último que se supone se pierde después de la vida, la esperanza.Que dolor, poco a poco siento como se desgarra de mí y me deja, cómo siempre sucedió con lo demás. ¿Mis amigos? ay¡¡,,,cómo me van ha dejar, si nunca los he tenido.


-Morí de sentimientos a los 8, siendo demasiado maduro para mi corta edad, Nunca entendí a los que me rodeaban, tampoco pretendí que me entendieran.


-Aun parece que fue ayer cuando vuelvo a recordar mi primera visita a un tal señor amable. Sí, ese era el nombre que para mí le hacía juegoy que sigue latente en vísperas de mi lecho de muerte. Lo primero que me dijo fue: "soy tu amigo". Yo muy realista y un tanto irónico ya por entonces le contesté:"¿qué es eso?".El muy ingenuo se hecho a reír.Esto ocurrío sino recuerdo mal hace cerca de seis años. Dos años más tarde descubrí que aquel señor tan amable era lo que los adultos llamábamos sicólogo. Si hubiera cumplido con su trabajo hubiéramos ganado por aquel entonces varias cosas: él más autoéstima y por supuesto una bonita suma de dinero procedente de los insulsos de mis padres y a al vez yo podría haber llegado a tocar sino a ganar un futuro definido en el cual poder aposentar mi gordo y asqueroso culo por el cual sufrí insultos de todo tipo y de todo el mundo que te puedas imaginar. Recuerdo uno igual de molesto que los demás pero que no estaba tan mal: SR. Culo Grasa ( me lo puso mi queridísima tutora de séptimo, la odiaba a muerte ). Siempre me había tropezado con mis traumas pero con éste me caí de bruces, más tarde me caería para caerme con cosas más serias.


-Nada más cumplir los trece o puede que los catorce, para el caso es lo mismo, descubrí lo que era un internado. No son tan malos como los pintan en las peliculas yankees y no tan yankees pero tocadas por la misma corriente capitalista. Si hay algo que me da pura lástima es la idea que tienen los norte americanos de superioridad, de vivir en el mejor páis, de ser la crem de la crem.Que triste.Que les jodan.Fue en el internado donde creí conocer a mi primer amigo que resultó ser como todo en esta vida por o de conveniencia.


-Se llamaba Dani, si es que ese era su verdadero nombre y sus apellidos no los recuerdo, si es que me los llegó a decir.Permanece en mi mente su rubio platino, sus ojos verdes claros, su voz tierna y tranquilizante y como no su rostro desfigurado. Con el internado entró lo que los jóvenes llaman diversión y vida social, mis queridas y no tan buenas amigas cómo te dicen que son, las drogas.Allí mismo conocí a la primera chica con la que hice manitas, sí la misma que recordaba al inicio de mis despedida.Que odio más aterrador sentí por ella cuando sucumbió mi pueril niñez. Aquello era increíble, eso decían del sexo. Reconozco que algo tenía la cosa de novedosa, pero era tan fugaz. Me explicaban que follar no estaba al alcance de todos y que yo era un escogido entre muchos, un tío con suerte, como al que le toca el gordo de navidad, pero a quien le quitan el dinero por haber disfrutado en exceso.


-Dios mío¡¡ ( por decir algo).De nuevo el dolor de un estómago acabado me pasa la factura cotidiana y prosigue carcomiéndome mi ya escuálido y muerto cuerpo si bien se encargó primero de trastornar mi cordura.Espero y confío en que aún me queden fuerzas para realizar una acción tan importante cómo es la ida al retrete.

-Estamos llegando al final, no del verano cómo cantaba un dúo sino del río del que habla Manrique es sus coplas. "No te preocupes que eres joven y te queda vivir mucho" Mis padres nunca supieron amainar mis traumas, por fin no tendrán ni que intentarlo.


-Había muerto de sentimientos hacía ya muchísimo tiempo pero hoy la "María" y la "Coca", dos amigas de toda la vida, me van a dar un empujón camino a la M-30, participando así en la actuación principal del día.Hoy puedo presentir que tras la noche vendrá la noche más larga, esa que para algunos en , seguro peores situaciones, fue la noche más corta. Se aproxima con paso firme la ansiada despedida, la culminación de esta decadencia será la plena libertad.De colega a colega: " Si la vida te mata, mata a la vida".

-Vi una vez una película que me conmovió, debió ser la única que lo hizo. Se llamaba "Rebeldes" , que ilusión me hubiera hecho llegar a ser cómo era mi preciado actor y a quien todos llamábamos Poniboy-


-Perdoname por dejarte, por no quererte ni haberte querido.Nunca te sentí cómo lo hacían los demas, tampoco me preocupó. Lo triste no es la vida en sí, sino el vivirla. El corredor de la muerte se disculmbra de forma tan clara y distinta que no parece que sea el sol quien lo ilumina La vida se muestra tan impasible ante el futuro cómo siempre lo hizo conmigo. Esta batalla la gano seguro. Aquí pongo punto y final a esta amargura de existencia.


PD:"No dejes para mañana, lo que creas poder hacer hoy". ¿Hay algo más que añadir?.No lo creo.